En la jarra de la licuadora, agrega el caldo de pollo, la pasta de achiote, el vinagre, el orégano, el comino, la pimienta gorda y licua todo hasta que esté molido. Aparta.
En un sartén hondo o cazuela grande, calienta el aceite a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, agrega la carne de cerdo y sazona con sal y pimienta. Cocina de 5 a 6 minutos, volteando la carne para que se dore por todos lados y empiece a soltar sus jugos. Agrega la cebolla, revuelve y cocina durante un minuto. Agrega el habanero y el jitomate y cocina de 4 a 5 minutos más, hasta que las verduras se suavicen.
Vierte la mezcla de achiote y revuelve. Cuando suelte el hervor, reduce el fuego a medio-bajo, ponle la tapa y cocina durante 30 minutos, hasta que el líquido se haya espesado y oscurecido bastante. Destapa, revuelve, tapa la olla parcialmente y cocina de 10 a 15 minutos más. La mezcla debe de seguir húmeda pero se habrá espesado y oscurecido aún más. Retira del fuego. Desmenuza la carne en la salsa con un par de tenedores. Deja que se enfríe.
Para hacer la masa:
En un tazón grande, mezcla la masa harina con el caldo de pollo. Usando las manos, amasa la masa hasta que esté incorporada y muy suave, no “grumosa.” Agrega la manteca o manteca vegetal y amasa durante unos minutos más. Agrega la sal, los frijoles negros, el cilantro y mezcla hasta que todo se incorpore perfectamente.
Para armar los tamales:
Para preparar las hojas de plátano, prende una hornilla de la estufa a fuego medio-bajo. Pasa cada hoja de plátano despacio sobre el fuego por ambos lados, hasta que cambien de color y suelten el aroma (así serán maleables y no se romperán). Apártalas.
Una por una, pon cada hoja de plátano en una superficie plana con el lado brilloso hacia abajo. Pon 1/3 de taza de la masa en el centro de la hoja y extiéndela para hacer un rectángulo de unos 8 x 13 cm. Con la cuchara o tu dedo, haz un canal poco profundo en medio y a lo largo de la masa. Agrega un par de cucharadas de la cochinita pibil. Cierra con cuidado cada tamal doblando los lados más largos primero y luego los cortos, como si hicieras un paquete plano y bien cerrado, pero sin presionar el tamal demasiado.
Prepara tu tamalera o vaporera añadiendo solamente el agua suficiente para cubrir el fondo de la canasta. Forra la canasta con algunos pedazos de hoja de plátano para cubrir la base. Añade los tamales uno por uno, apilándolos lo más uniformemente que puedas, escalonados en la misma posición que como cuando los hiciste, acostados. Cuando acabes, cúbrelos con más pedazos de hojas de plátano.
Pon la vaporera sin tapar a fuego alto; una vez que empiece a salir algo de vapor y el agua empiece a hervir unos minutos después, tápala, reduce el fuego a medio y cocina durante una hora. Las hojas de plátano tendrán un color más oscuro y se habrán marchitado para envolver los tamales, los cuales deben sentirse firmes. Apaga el fuego. Deja reposar los tamales durante al menos 15 minutos para que se asienten. Sírvelos con la Salsa de Tomate con Habanero.