Pon la rejilla en la parte superior del horno, y precaliéntalo a 230 C.
Pon las papas en un molde refractario de 23x33 cm. Revuelve con 3 cucharadas del aceite de oliva y una cucharadita de sal. Rostiza las papas durante 45 minutos.
En un recipiente pequeño, mezcla las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva con el ajo, el jalapeño y 1/4 de cucharadita de sal y mezcla bien.
Después de 45 minutos, saca las papas del horno y revuélvelas con la mezcla de jalapeño. Luego, ponlas nuevamente en el horno y rostízalas de 35 minutos más, volteándolas una vez, hasta que estén crujientes. Sirve.