Precalienta una olla gruesa a fuego medio durante unos minutos. Añade el maíz revolviendo constantemente. Cuando el maíz empiece a reventar, reduce el fuego a medio-bajo y tapa la olla. Deja que el maíz siga reventando y agita la olla un par de veces hasta que ya no oigas nada. Retira la olla del fuego y pasa el maíz a una charola para hornear para que se enfríe.