Calienta el aceite en un sartén mediano a fuego medio-bajo. Agrega los chiles, el ajo, las nueces y tuéstalos hasta que suelten su aroma. Apaga el fuego y agrega las semillas de amaranto. Pasa todo a un recipiente, raspando el sartén para sacar todo y deja que la mezcla se enfríe.
Mezcla el vinagre, el azúcar moreno o mascabado y la sal a la mezcla de chiles. Deja reposar, sin tapar, durante al menos 8 horas antes de servir para que los chiles se suavicen.
La salsa dura, tapada, unas semanas en el refrigerador.