Pídele al carnicero que corte el rack de costillitas a la mitad, para que tengan la mitad de ancho. Ya en casa, retira la membrana que tienen en la parte de atrás. Córtalas en pedazos de tres costillitas cada uno y ponlas en un recipiente.
Para hacer la marinada:
En la jarra de la licuadora, agrega el jugo de limón, el vinagre, el aceite, el ajo, el piquín seco, el orégano, la sal y la pimienta. Licua todo hasta que tengas un puré suave.
Vierte la marinada encima de las costillas y revuelve para cubrirlas bien. Tápalas con plástico autoadherente y ponlas en el refrigerador de 2 hasta 24 horas.
Cuando las vayas a cocinar, saca las costillitas del refrigerador. Precalienta la parrilla a fuego medio. Limpia las rejillas del asador con un pedazo grande de cebolla blanca.
Pon las costillas sobre 3 o 4 pedazos grandes de papel aluminio sin encimarlas y sella bien el papel para hacer paquetes planos. Ponlos encima del asador y cocina durante 1 hora, volteando los paquetes una vez a la mitad del tiempo.
Saca los paquetes del asador, ábrelos y pon las costillitas directamente en las rejillas, con el lado del hueso hacia abajo. Asa las costillas de 4 a 5 minutos más por lado, con el asador tapado, para que se doren en las orillas y queden crujientes.
Sírvelas con la salsa cruda de chile piquín verde y orégano como dip.