Calienta un comal o sartén a fuego medio-bajo hasta que esté caliente.
Retira los tallos, semillas y venas de los chiles anchos. Tuesta los chiles en el comal o sartén caliente a fuego medio, durante unos 15 segundos por lado hasta que los chiles se suavicen, comiencen a cambiar de color y suelten su aroma. Ten cuidado de que no se quemen.
Pon los chiles en una olla y cúbrelos con agua. Ponlos a hervir a fuego medio durante 10 minutos, o hasta que se rehidraten y se vean carnosos. Déjalos enfriar.
Licua los chiles con 1/2 taza del agua de cocción, el jugo de naranja, el jugo de limón, la cebolla blanca y la sal. Licua hasta que la sangrita quede suave y homogénea.
Sírvela para acompañar el tequila en caballitos, o sola con hielo. La sangrita se puede refrigerar hasta por una semana.