En una olla pequeña, calienta la mantequilla a fuego bajo hasta que se derrita.
Aparte, licua durante 10 segundos la harina, los huevos, las yemas, la leche, el azúcar, la sal y la mantequilla derretida hasta obtener una masa tersa y lisa. Agrega el agua y licua hasta que tengas un puré suave. También puedes mezclar los ingredientes a mano, en el mismo orden que arriba.
Pon la masa en un recipiente, tapa y refrigera durante al menos media hora y hasta 12 horas. Cuando vayas a preparar las crepas, bate antes la masa con un tenedor o globo para batir.
Calienta un sartén para crepas o antiadherente de 19-20 cm a fuego medio-alto durante un par de minutos. Engrasa el fondo del sartén y vierte aprox. 1/4 de taza de la masa para crepas: inclina el sartén y vierte la masa en uno de los lados y extiéndela lo más rápido que puedas al resto del sartén para que cubra toda la superficie.
Cocina durante 25 segundos, hasta que las orillas estén cocidas y comiencen a secarse y la crepa se dore de abajo. Con una espátula pequeña o tenedor, levanta una orilla de la crepa y voltea rápidamente con los dedos. Cocina el otro lado durante 15 segundos, o hasta que se dore ligeramente. Voltea la crepa a un plato.
Repite con el resto de la masa. Es posible que necesites engrasar el sartén otra vez después de preparar 3 ó 4 crepas. Si no es antiadherente, tal vez tengas que hacerlo después de preparar cada crepa. Pon las crepas preparadas una encima de la otra con el lado más oscuro hacia abajo. Habrás preparado de 35 a 40 crepas.