Mezcla la masa harina, sal y el agua, amasando con las manos con un movimiento revolvente. Amasa durante unos minutos, hasta que la masa esté lisa y no tenga grumos. Si se siente muy seca, añade un poco más de agua.
Divide la masa en 12 bolas, cada una de 5 cm de diámetro. Forra una prensa para tortillas con plástico delgado, como el de las bolsas para frutas y verduras del supermercado. Pon una bola de masa a la vez en la prensa, y cubre con otra capa de plástico. Presiona hacia abajo para hacer un disco delgado como un hot cake de 1/2 cm de espesor; más grueso que una tortilla. También puedes aplanar las bolas de masa y darles forma con las manos. Repite con las 12 bolas de masa.
Mientras vas haciendo los sopes, ponlos en el comal o sartén caliente. Deja que se cocinen de 1 a 2 minutos de cada lado, hasta que estén opacos y les salgan puntos cafés, como pecas y se puedan voltear sin pegarse al comal.
Retira los sopes del comal y ponlos en una tabla. Usando una toalla de cocina para protegerte los dedos, crea un borde alrededor de cada sope apretando y pellizcando la orilla con los dedos. Regresa los sopes al comal y deja que se cocinen durante 1 ó 2 minutos más por lado, hasta que estén totalmente cocidos.
Si los vas a servir el mismo día, los puedes mantener envueltos en una toalla limpia de cocina. Si no, envuélvelos en una toalla de cocina o de papel y ponlos adentro de una bolsa de plástico, ciérrala bien y refrigera. Se mantendrán hasta por 3 días; luego ya se pondrán muy duros. Recalienta los sopes en un comal o sartén caliente durante un par de minutos antes de servirlos. También se pueden congelar durante meses.