Pon la rejilla del horno a la mitad y calienta a 180 C. Engrasa un molde para pastel de 23×30 cm.
Bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Añade una por una las 8 yemas hasta que estén bien incorporadas y luego añade la crema, la harina de arroz y el polvo para hornear.
Licua la leche con los granos de maíz y luego incorpora bien en la mezcla de la mantequilla y las yemas hasta hacer una masa. Ponla en un tazón.
Por separado, bate las claras con la sal hasta que se formen ondas. Añade 1/5 de las claras a la masa y mezcla con cuidado. Mezcla el resto de las claras hasta incorporar todo; no importa si la mezcla se ve con vetas, no la mezcles de más o perderá volumen. Viértela al molde para pastel.
Hornea la torta de 45 a 50 minutos, hasta que esté esponjosa y ligeramente dorada. Una vez que se enfríe, córtala en cuadros. La puedes servir fría o tibia y la puedes mantener a temperatura ambiente por un día, tapada. También la puedes refrigerar hasta por 5 días.