Para el relleno: Pon los chiles poblanos un comal o sartén, en una charola sobre una parrilla, en un asador o directo en la hornilla de la estufa a fuego medio. Voltéalos cada 2 ó 3 minutos para un total de 6 a 9 minutos, hasta que estén quemados. Ponlos en una bolsa de plástico, ciérrala bien y deja que suden ahí de 10 a 20 minutos. Luego, bajo el chorro de agua, quítales toda la piel y haz un corte por los lados para quitarles las semillas, las venas y el tallo. Corta los chiles en rajas de 1.3 cm de ancho o en cuadros.
Calienta la mantequilla y el aceite en un sartén a fuego medio. Cuando la mantequilla empiece a burbujear, añade la cebolla y el ajo y acitrona de 3 a 4 minutos. Añade las rajas de poblano, luego la flor de calabaza y la sal. Cocina por unos 5 minutos, revolviendo con frecuencia, hasta que la flor de Calabaza suelte sus jugos y la mezcla comience a secarse. Retira del fuego.
Si vas a hacer las tortillas: Mezcla la masa de maíz Maseca con el agua y amasa unos minutos hasta que la masa esté suave. Has bolas de 2.5 cm de diámetro y aplana en una prensa para tortillas cubierta de plástico.
Pon 1 cucharada del queso y 2 cucharaditas del relleno en el centro del disco de masa, y en la misma prensa para tortillas, dóblalo a la mitad y aprieta las orillas para sellarlas bien. Sigue haciendo las quesadillas hasta terminar con la masa y el relleno.
En un sartén grande, añade suficiente aceite para que tenga 2 cm de espesor y calienta a fuego medio. Una vez que el aceite esté caliente, unos 3 ó 4 minutos después, añade algunas quesadillas, cuidando no poner demasiadas a la vez. Fríe de 2 a 4 minutos por lado, hasta que estén bien doradas. Saca las quesadillas del sartén y ponlas en un plato con servilletas de papel para escurrir el aceite. Sírvelas calientes, con tu salsa favorita.
Si vas a usar tortillas ya hechas: añade el queso y el relleno en el centro de cada tortilla. Pon en un comal, sartén o plancha ya caliente, y deja que se doren hasta que el queso se haya derretido, de 2 a 3 minutos por lado.