En la jarra de la licuadora, agrega el jugo de limón, los ajos, el chile serrano, los chiles piquines, el orégano, el comino, la mostaza Dijon, la salsa Worcestershire, la salsa de soya, la sal, la pimienta y el aceite. Licua hasta integrar todo.
Con cuidado, usa los dedos para separar la piel del pollo cuando sea posible, para que puedas meter ahí la marinada. Cubre por completo el pollo con la marinada, dentro de la cavidad y dentro y fuera de la piel. Rellena la cavidad con el apio picado, la cebolla y el perejil. Puedes rostizarlo de inmediato o ponerlo en un recipiente, taparlo y refrigerarlo hasta por 48 horas.
Cuando lo vayas a rostizar, precalienta el horno a 230 C con la rejilla en la posición más baja. Saca el pollo del refrigerador y ponlo en la rejilla de una bandeja para asar. Cruza las piernas del pollo y amárralas con hilo y acomoda las alas detrás de la espalda.
Rostiza el pollo de 45 a 55 minutos, o hasta que alcance una temperatura de 74 C, y cuando lo piques con un cuchillo, cualquier jugo que salga sea transparente. Sácalo del horno, cúbrelo con papel aluminio y deja que repose por al menos 10 minutos antes de rebanarlo.
Rebana el pollo y sírvelo con la ensalada verde y una cantidad generosa de vinagreta de orégano encima.