En una olla grande, mezcla la leche y la vainilla. Calienta a fuego medio y deja que hierva.
Mientras, en un recipiente grande, bate las yemas con un globo para batir hasta que se espesen y cambien de color, de amarillo brillante a amarillo pálido. Agrega la leche evaporada, el azúcar y la Maizena y bate hasta que la Maizena se haya disuelto y la mezcla esté homogénea y tersa.
Después de 15 minutos, la leche tendrá una capa delgada encima llamada nata, y comenzará a hervir. En ese momento, retira del fuego.
Para templar la mezcla de yemas, bate continuamente la mezcla mientras añades la leche caliente al recipiente poco a poco. Luego, regresa todo a la olla y calienta a fuego medio. Cocina de 10 a 12 minutos más, revolviendo continuamente con una espátula o globo para batir. Asegúrate de que la mezcla no se pegue a la olla y cocínala hasta que se haya espesado y tenga la consistencia de un pudin muy ligero.
Retira del fuego. Vierte en moldes para flan y espolvorea canela encima. Puedes servir las natillas a temperatura ambiente o deja que se enfríen, cúbrelas con plástico y refrigéralas. Sirve las natillas frías y decóralas con fresas o zarzamoras encima.