Pon el piloncillo o el azúcar moreno o mascabado en una olla grande y gruesa. Vierte el agua encima. Agrega la canela, la cáscara y el jugo de naranja. Calienta a fuego medio hasta que suelte el hervor, revolviendo ocasionalmente hasta que se disuelva el piloncillo y se haga un jarabe muy ligero. De 10 a 15 minutos.
Mientras, lava y enjuaga la calabaza. Córtala en pedazos grandes, de 8x8 cm. Yo le dejo las fibras y las semillas. Con un cuchillo, haz cortes en la cáscara para que la pulpa absorba el jarabe.
Una vez que se derrita el piloncillo, retira la olla del fuego para poner la calabaza. Acomoda los pedazos de calabaza, con una primera capa con la cáscara hacia abajo y encima otra capa con la cáscara hacia arriba.
Tapa la olla y calienta a fuego medio-bajo durante 1 hora y media. Destapa y cocina durante media hora, hasta que la calabaza tenga color café oscuro y haya absorbido el jarabe. Apaga el fuego y deja que se enfríe y acabe de absorber el resto del jarabe, lo que quede se espesará. La puedes servir tibia y dejar que se enfríe y refrigerarla. Se mantendrá en el refrigerador, tapada, durante meses.