En un recipiente pequeño, pon los hilos de azafrán junto con el agua hirviendo. Revuelve y remoja de 10 a 15 minutos.
Pon el arroz en un recipiente y cúbrelo con agua muy caliente. Déjalo remojar de 5 a 10 minutos. Escúrrelo, enjuaga con agua fría y escúrrelo otra vez.
En una olla de 3 o 4 lt, calienta el aceite a fuego medio-alto. (Si vas a usar las semillas de achiote, cocina una cucharada de semillas en aceite de 2 a 3 minutos antes de añadir el arroz.) Una vez que el aceite esté caliente, añade el arroz seco y dóralo de 1 a 2 minutos. Agrega la cebolla, el jitomate y el ajo, revuelve y cocina hasta que el arroz cambie de color a un blanco lechoso. Cocina de 4 a 5 minutos más. Debe sonar y sentirse más pesado, como si movieras arena en la olla.
Vierte el caldo de pollo, la mezcla de azafrán y la sal y revuelve bien todo. Cuando el líquido empiece a hervir, tapa la olla, baja el fuego a bajo y cocina durante unos 20 minutos más, o hasta que el arroz esté cocido y ya casi no haya líquido.
Si el arroz no parece estar suave y bien cocido, añade más caldo de pollo o agua y cocina por unos 5 minutos más aproximadamente. Retira del fuego y deja reposar, tapado, de 5 a 10 minutos. Esponja el arroz con un tenedor y sirve.
Puedes hacer el arroz con anticipación y recalentarlo más tarde el mismo día. Antes de recalentarlo, agrega 1 cucharada de agua y calienta, tapado, a fuego muy bajito. Una vez que se enfríe, puedes guardar el arroz tapado en el refrigerador hasta por 2 días.