En una olla grande, ancha, gruesa y con tapa, calienta 4 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Cuando esté caliente, agrega las cebollas y dóralas, revolviendo ocasionalmente, durante unos 20 minutos. Las cebollas se suavizarán primero y se pondrán traslúcidas, y luego se van a dorar, que es lo que queremos. Revuelve y haz lugar en medio, vierte el resto del aceite de oliva y agrega el arroz. Cocina de 2 a 3 minutos, revolviendo con cuidado con la cebolla dorada. El arroz cambiará rápidamente de color blanco grisáceo a blanco brillante y se sentirá más pesado en la cuchara. No dejes que se dore. Vuelve a hacer lugar en medio y agrega las lentejas cocidas, el comino, orégano, el chile ancho molido, la sal y revuelve bien. Agrega el caldo, deja que suelte el hervor y reduce el fuego lo más bajo que se pueda, tapa la olla y cocina de 20 a 25 minutos, hasta que todo o casi todo el líquido se absorba y el arroz esté cocido. Quita la tapa y revisa el arroz. Si ya está cocido, espónjalo con un tenedor y sirve. Si todavía está un poco al dente, ponle un par de cucharadas de agua, cocina por unos minutos más y vuelve a probar.