Pon la masa del pastel en cada molde individual. Luego pon la mezcla del flan. No te preocupes si las mezclas se ven batidas, así deben de estar. Pon los moldes a baño María: coloca los moldes en un refractario más grande y vierte agua caliente alrededor de los moldes hasta que llegue a la mitad de éstos. Cubre el refractario con papel aluminio, apretando las orillas para sellarlo bien.
Pon el refractario en el horno y hornea de 50 a 55 minutos, o hasta que la superficie de cada pastel se sienta sólida, se vea cocida y un palillo metido en el centro del pastel salga húmedo, no mojado.
Saca el refractario del horno. Ten cuidado cuando retires el papel aluminio ya que el vapor que va a salir muy caliente. Cuando se haya enfriado, retira los moldes del baño María. Ya que los moldes se hayan enfriado, cúbrelos con plástico y refrigéralos al menos 2 horas antes de servirlos.
Al momento de servirlos, pasa un cuchillo alrededor de cada molde y ponlo con el pastel hacia abajo en un plato. Saca el molde y decora el chocoflan con la cajeta que haya sobrado y con las nueces.