Pon las galletas en una procesadora (o en una bolsa de plástico y tritura con un rodillo), pulsa hasta que estén molidas y pasa a un recipiente.
En una olla pequeña, derrite la mantequilla y viértela encima de las galletas molidas. Añade una pizca de sal y mezcla con una espátula o cuchara de madera. Pasa la mezcla a un molde para pay de vidrio o de cerámica de 23 cm. Con las manos o con una taza, presiona la mezcla para crear la base que cubra el fondo y los lados del molde. Refrigera durante 20 minutos o ponlo en el congelador durante 5 minutos, para endurecer la base.
Derrite el chocolate a baño María. Aparta.
Pon el queso ricotta en una procesadora y pulsa durante unos segundos para esponjarlo. Añade el chocolate derretido y pulsa durante 45 segundos más, hasta que la mezcla esté cremosa y bien incorporada.
En un recipiente grande, con un globo para batir o un tenedor, bate 1/4 de taza de la crema para batir hasta que se espese. Añade la mezcla de chocolate y queso a la crema batida y revuelve para mezclar bien.
Retira la base del refrigerador y extiende el relleno encima. Vuelve a refrigerar durante un par de horas antes de servir.