Pon los chayotes sin pelar en una olla con suficiente agua. Cuando empiecen a hervir, tapa la olla y deja que se cuezan a fuego lento, de 25 a 30 minutos. No dejen que se cuezan demasiado o quedarán demasiado suaves.
Cuela los chayotes y una vez que se enfríen, pélalos y córtalos en palitos.
Mezcla el resto de los ingredientes, excepto las cebollas, para hacer una vinagreta. Añade las cebollas, mezcla bien y deja reposar de unos 5 a 10 minutos. Puedes hacer la vinagreta un día antes y guardarla en el refrigerador.
Mezcla los chayotes con la vinagreta y la cebolla. Sirve o refrigera hasta por 12 horas.