Precalienta el horno a 175 C.
Calienta un comal o sartén a fuego medio y tuesta los chiles pasilla de 1 a 2 minutos, volteando con pinzas mientras se tuestan. Retira del fuego y ponlos en un recipiente.
Sazona la carne al gusto con 1 cucharadita de sal y pimienta negra recién molida. En una olla o sartén grande, calienta el aceite a fuego alto. Dora la carne de 2 a 3 minutos por lado. Añade los chiles tostados, los tomates verdes, la cebolla, el ajo, el caldo de pollo, el piloncillo, la cucharadita de sal restante y pimienta negra al gusto. Revisa que los chiles queden cubiertos por el caldo.
Si la olla se puede meter al horno, ponle la tapa o cúbrela con papel aluminio, si no, pasa los ingredientes a un refractario o recipiente resistente al fuego y séllalo con con papel aluminio. Ponlo en el horno y guisa la carne de 3 a 3.5 horas o hasta que esté suave. Saca del horno. Saca la carne de la olla y ponla en una tabla para cortar.
Vierte el resto de los ingredientes del refractario a la jarra de una licuadora y licua hasta que tengas una salsa tersa y lisa. Vierte nuevamente la salsa al refractario.
Corta la carne en rebanadas de 1 a 2 cm, en sentido contrario a las fibras y regrésala al refractario. Añade las papas y las zanahorias y revuelve bien para cubrir todo con la salsa. Tapa y hornea durante 30 minutos más. Retira la tapa o el papel aluminio y hornea sin tapar por 30 minutos más, hasta que las verduras estén suaves.