- En un plato grande, mezcla el coco rallado sin endulzar y el endulzado con los corn flakes molidos y 1/2 cucharadita de sal y la pimienta. Aparta. 
- Pon los huevos en un recipiente y bate bien con un globo para batir o tenedor con la otra 1/2 cucharadita de sal. Aparta. 
- Vierte la harina en otro plato grande y aparta. 
- En un sartén grande, añade suficiente aceite para tener 2 cm de espesor aprox. Calienta a fuego medio. 
- Uno por uno, mete los camarones en la harina para cubrirlos totalmente y sacúdelos un poco para quitarles el exceso. Luego, mójalos en los huevos batidos. Cúbrelos en seguida con la mezcla de coco, pero hazlo con cuidado para que no se caiga: pon cada camarón cubierto de huevo en un plato, y con tu mano pon un poco de mezcla de coco encima, presionando ligeramente hasta cubrirlo totalmente. No los sacudas. Aparta en un plato o tabla. 
- Una vez que acabes con los camarones, revisa el aceite. Si tienes termómetro, debe leer alrededor de 175 C. Puedes subir el fuego a medio-alto si no ha alcanzado esa temperatura. Otra forma de checarlo es metiendo al aceite la punta de un camarón. El aceite debe burbujear activamente alrededor del camarón. 
- Fríe los camarones por partes, sin encimarlos en el sartén, de 1 a 2 minutos por lado, hasta que estén cocidos, dorados y crocantes. Usando unas pinzas para cocina, voltea los camarones por la cola, para no romper el empanizado de coco. No los cocines de más. Ponlos en un rejilla o platón cubierto con servilletas de papel para absorber el aceite y sirve con la salsa de mango.