Pon los tomates en un asador de 6 a 10 minutos, hasta que la piel esté quemada por fuera y la pulpa suave y cocida. También los puedes asar en un comal o sartén caliente a fuego medio, o en una parrilla. Retira del fuego y aparta para enfriar. Una vez que se hayan enfriado un poco, pica los jitomates, conservando su jugo y semillas.
En un sartén u olla grande, calienta el aceite a fuego medio. Una vez caliente, añade la cebolla y acitrona. Añade el ajo y cocina menos de un minuto, hasta que se dore ligeramente y suelte el aroma, pero no se queme. Agrega el chile (2 si quieres la salsa más picosa), revuelve y cocina durante 1 minuto. Sube el fuego a alto. Añade los jitomates, con todo su jugo y semillas y cocina de 6 a 8 minutos.
Vierte el caldo de pollo y la sal. Revuelve y cocina durante 8 a 10 minutos más. Añade más caldo si es necesario. La salsa tendrá una consistencia un poco espesa.