- Pon las papas en una olla grande y añade suficiente agua para cubrirlas. Hierve y cuece hasta que las papas estén suaves; escúrrelas. Machaca las papas con la sal y la leche y deja que el puré se enfríe lo suficiente para poder manejarlo.  
- Toma un puñado del puré y forma un pequeño tazón en tu mano. Llena el tazón con suficiente picadillo y cubre con más puré, para formar una bola del tamaño de una pelota pequeña de beisbol. Repite con todo el puré de papa. 
- En un plato, mezcla el pan molido con la harina. En un recipiente pequeño, mezcla los huevos con 1 cucharada de agua. 
- Mete una bola de papa al recipiente para cubrirla con huevo, luego pásala por el pan molido para cubrirla bien. Vuélvela a pasar por el huevo y por segunda vez por el pan molido. Repite el proceso con cada bola. 
- Refrigera las bolas de puré de papa durante unas 3 horas. 
- Añade suficiente aceite a un sartén grande para cubrir la mitad de las bolas de papa y caliéntalo a fuego medio-alto sin dejar que llegue a humear, de 2 a 3 minutos. Pon con cuidado algunas bolas de papa en el sartén sin encimarlas. Fríe durante unos 2 minutos o hasta que la parte sumergida en aceite esté dorada. Voltéalas y fríelas 2 minutos más hasta que estén completamente doradas. Saca las bolas del sartén y ponlas en un plato cubierto con servilletas de papel o en una rejilla. Sirve las papas rellenas calientes acompañadas de salsa de aguacate.