Este pastel es un lujo y como no lleva harina, es perfecto para los que no comen gluten y para Passover.
Se puede servir de postre, con crema batida encima. Si sobra algo, es un excelente desayuno con fresas frescas y té o café.
La receta es del Convento de San Jerónimo, donde vivió la monja más famosa de México, Sor Juana Inés de la Cruz y tiene unos 400 años de antigüedad. Las monjas españolas que llegaron a abrir varios conventos adoraban los dulces, los cuales adaptaron para usar ingredientes mexicanos y como resultado tenemos hoy unos postres deliciosos indispensables en las cocinas mexicanas.
Hay muchos tipos de pasteles o tortas con nueces en la cocina mexicana, como piñones, pecanas y avellanas, entre otras, endulzados con azúcar o leche condensada. Cuando hago recetas de los conventos o de las monjas, tengo que bajarle un poco al azúcar. Si quieres el sabor original, agrégale 1/3 de taza de azúcar a la receta de abajo.
Para este pastel sólo tienes que usar almendras y un par de ingredientes más. Se hace rapidísimo en la procesadora o licuadora.
Muele las almendras fileteadas con el azúcar durante menos de un minuto. Luego añade la mantequilla a temperatura ambiente, los huevos, la vainilla y si quieres un poco de alcohol, como las monjas de San Jerónimo, ponle oporto.
Pulsa hasta mezclar todo durante menos de un minuto.
Vierte la masa en un molde engrasado con papel encerado en el fondo.
Verás poca masa que apenas llena el molde, pero así está bien.
Hornea durante unos 30 minutos, hasta que esté dorada por fuera y un palillo salga limpio. Deja que se enfríe un poco y voltéala a un plato. Retira el papel encerado y voltéala nuevamente en otro plato, para que no se quede al revés.
Mezcla mermelada de chabacano con jugo de limón (las monjas sólo usaban mermelada, pero yo quería un poco de acidez). En una olla y calienta durante un par de minutos hasta que se disuelva.
Unta el glaseado donde quieras poner algunas almendras tostadas y rebanadas encima, como en la foto.
Me encanta investigar y probar recetas que tienen cientos de años. En este caso, los sabores del convento de San Jerónimo viajaron hasta D.C. para conocer y probar su historia. Tú también la puedes probar en tu propia cocina.
Pastel de almendras con Porto
La Receta Rinde
Cooking time
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Ingredientes
- 2 tazas de almendras peladas y fileteadas
- 3/4 de taza de azúcar
- 4 huevos
- 1/2 taza de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de Oporto opcional y al gusto
- 1/4 taza de de mermelada de durazno
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1/4 de taza de almendras fileteadas ligeramente tostadas
- Crema batida opcional
- Fruta de tu preferencia opcional (a mí me encanta con fresas)
Para preparar
- Engrasa con mantequilla un molde desmontable redondo para pastel, de 23 a 25 cm, y cubre el fondo con papel encerado.
- Precalienta el horno a 175 C.
- Pon las almendras y el azúcar en el procesador y pulsa hasta que esté todo molido. Parte los huevos encima de la mezcla y vuelve a pulsar hasta que esté todo bien mezclado. Añade la vainilla y el oporto si lo deseas, así como la mantequilla y pulsa hasta que todo esté bien mezclado.
- Vierte la masa en el molde y colócalo en la rejilla media del horno. Hornea por 30 minutos. El papel estará esponjoso y se dorará ligeramente. Un palillo saldrá limpio si lo introduces en el centro del pastel.
- Saca el pastel del horno y déjalo enfriar unos 15 minutos. Luego, desenmolda el pastel y retira el papel encerado.
- En una olla pequeña, mezcla la mermelada de chabacano con el jugo de limón. Deja hervir a fuego lento un par de minutos, hasta que se disuelva.
- Con una brocha, unta toda la orilla del pastel con la mermelada y luego espolvoréala con las almendras tostadas. Puedes servir el pastel con crema batida encima o a un lado y también quedará riquísimo con tu fruta favorita.
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