Aguacate seductor

Para mí, los aguacates son de los ingredientes más sensuales y lujosos y porsu delicioso sabor, suave y discreto, son perfectos para San Valentín. Los aguacates me siguen sorprendiendo, a pesar de los kilos que consumimos en la casa cada semana, de la infinidad de veces que los uso en D.C. para eventos del Instituto y de las veces que mis hermanas y yo los usábamos en tratamientos para la cara y el pelo (con todos los aceites naturales y vitaminas que tienen).

Si en un restaurante hay un platillo con aguacate, seguro lo pido.
Si estoy planeando un menú, sobre todo uno con un toque de romanticismo, usaré aguacates.

No soy la única que piensa que son especiales. Los Aztecas, que comían aguacates mucho antes de que llegaran los españoles, los adoraban porque pensaban que eran afrodisíacos y que tenían poderes para aumentar la fertilidad. De hecho, la palabra aguacate, viene del Náhuatl ahuacatl, o “testículos”, probablemente en alusión a su forma. El aguacate fue bien recibido en los países a donde lo llevaron. Gracias en parte a su flexibilidad – la pulpa puede ser machacada, picada, hecha puré, rellena o rebanada, puede ser parte de un relleno o de un plato principal – ha sido adoptado por muchos tipos de comida.

Es verdad que mucha gente piensa en el guacamole cuando escuchan “aguacate” y es normal que nos guste tanto, ya que es fácil y rápido de preparar, divertido de comer y cada bocado es una fiesta en la boca. Mi forma favorita de hacerlo es mezclar el aguacate con cebolla y cilantro picados, echarle jugo de limón fresco, sal y ponerle chiles chipotles en adobo picados.

Sin embargo, el guacamole es solo la punta del iceberg, dentro y fuera de México.

Imagínense un rollo de sushi de anguila y aguacate, una ensalada francesa con capas de aguacate espolvoreadas con queso Roquefort, o una ensalada italiana con capas de aguacate también, pero con queso de cabra cubierto de ceniza, aceite de oliva, sal y hojas de albahaca. Es difícil pensar en un sándwich vegetariano sin aguacate.

He probado ocho variedades de aguacates, y aunque me gustan la mayoría, mi preferido es el Hass. Está disponible todo el año y es cremoso en lugar de fibroso como El Fuerte, otra de las variedades.

Los aguacates son frutas que maduran fuera del árbol, por lo que se pueden vender sin madurar. Si tienes prisa por usar uno, puedes acelerar el proceso de maduración si lo envuelves en periódicos o lo metes a una bolsa de papel y lo pones en un lugar cálido de la cocina. Si puedes esperar, se madura solo, sin tapar, en la cocina.

Cuando el Hass está maduro, su piel rugosa se pondrá negra, y cederá un poco si lo aprietas ligeramente con la mano. Si no cede, necesitas dejarlo madurar un poco más. Puedes guardar un aguacate maduro en el refrigerador por una semana.

Es un mito que dejar la semilla en el aguacate ya partido evita que se ponga negro. Lo que sí parece ayudar es exprimir jugo de limón fresco encima. Les comparto a continuación cuatro recetas con aguacate: un entremés elegante, un mousse retro, una sopa exótica y un sándwich sustancioso. Sin importar cómo lo uses, si incluyes aguacate en una cena romántica – siempre que no te lo pongas en el pelo o en la cara – le mostrará a tu pareja que realmente le importas.

Artículo escrito para y publicado por la National Public Radio’s Kitchen Window.

 

 

 

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