“Me importa un cacahuate” o “me vale un cacahuate” es una frase muy popular en México. Se usa cuando algo no te importa mucho o no te interesa. La frase se puede referir al tamaño diminuto del cacahuate; sin embargo, es irónico lo importantes que son para los mexicanos.
Se han usado para cocinar desde tiempos prehispánicos. Originalmente son de Sudamérica, específicamente Perú. Se cree que fueron domesticados en Bolivia o Paraguay, y para cuando llegaron los españoles a México, se vendían en todos los mercados.
Se usan como botana, ya sea crudos, rostizados, tostados, al vapor, con sal o chile y combinados con otros ingredientes como pico de gallo. También se usan para espesar moles, salsas, sopas y guisos. Su aceite se usa dentro y fuera de la cocina, se prepara en palanquetas hechas con miel, azúcar o piloncillo, en otros postres y hasta en bebidas. Con el tiempo, no sólo se ha convertido en un ingrediente básico para cocinar, sino también para celebrar.
¿Me ven con mi vestido azul en la foto de abajo?
Yo y mi hermana (a la derecha con el suéter blanco), tenemos una bolsa llena de tesoros que orgullosamente rescatamos de una piñata. Las piñatas se llenaban con naranjas, pedazos de caña de azúcar y cacahuates, por lo que los niños corrían como locos lejos de la piñata cuando se rompía para que no les pegara y luego regresaban corriendo para juntar todo lo que caía al piso. Recientemente ha comenzado la costumbre de rellenarla con dulces y juguetes pequeños.
Vale la pena incluir cacahuates en las piñatas: son saludables y entretienen a los niños un buen rato, ya que pueden pasarse horas rompiéndolos y pelándolos. Además, son muy nutritivos. Son ricos en niacina, vitamina E, proteínas y muchos otros nutrientes como antioxidantes y no contienen ni grasas trans ni sodio.
Es irónico que sean una de las “nueces” más populares en el mundo, ya que realmente no son de la familia de las “nueces”. El cacahuate es una leguminosa de una pequeña planta de floración y crece de forma extraña: una vez que la flor se poliniza, se vuelve más pesada y se inclina hacia el suelo, donde empuja su semilla hacia abajo. De ahí crece la vaina leguminosa con los cacahuates adentro.
Esto confundió mucho a los españoles que no podían entender cómo la flor y la leguminosa podían crecer en diferentes partes. Los Aztecas los llamaban “cacahuatl”, que en Náhuatl quiere decir frijol de cocoa de la tierra.
Los españoles y los portugueses se losllevaron a otras partes del mundo, como África, y fue a través del comercio de esclavos que finalmente llegaron a los Estados Unidos. Será por eso que algunos creen que los cacahuates son de África. Es curioso como algunos ingredientes “viajan” alrededor del mundo de formas caprichosas y asombrosas.
Aunque ya se usaban para cocinar antes de que llegaran los españoles, fueron ellos quienes los usaron primero para comidas dulces en las cocinas de los conventos, creando todo tipo de mazapanes, pastas y galletas. Los cacahuates fueron el sustituto de las almendras que usaban en España.
Son un ingrediente clave en la comida mexicana moderna, y se cada día se usan de más y más formas.
Los cacahuates crudos y sin pelar son dulces y frescos, además de que entretienen a los niños por bastante tiempo. Puedes buscarlos crudos con cáscara en las tiendas naturistas o en supermercados comunes, pero a veces es difícil encontrarlos.
También los puedes usar rostizados, o los crudos o rostizados ya pelados.
Guárdalos en un frasco con tapa hermética, así durarán un mes. Congelados, duran unos seis meses. Tápalos bien y no los guardes demasiado tiempo, sino pierden su frescura y se ponen amargos.
Seguro que tu próxima piñata estará llena de cacahuates.
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