Hay tantas formas de preparar y disfrutar las tortillas de harina. Las puedes hacer de la forma tradicional o de la forma moderna, que es más rápida (si tienes una máquina para tortillas como REVEL), o comprarlas en la tienda. Diferentes a las tortillas de maíz (indispensables en el sur del país y hechas con harina de maíz nixtamalizada), las tortillas de harina hechas con harina de trigo son las indiscutibles reinas del Norte. Estas tortillas llevan grasa (manteca, manteca vegetal o aceite), y son más suaves y dulces que las de maíz.
Hay platillos en los que a veces se pueden sustituir unas por otras, como las quesadillas o tacos de pollo dependiendo de la preferencia de cada uno. Sin embargo, a veces es necesario usar una u otra tortilla. El chilorio, por ejemplo, se come típicamente con tortillas de harina. Pero, cualquier tipo de enchiladas, enfrijoladas o platillos similares, es mejor con tortillas de maíz porque absorben mejor la salsa que las de harina, y su sabor se adapta mejor.
Me asombra el número de peticiones que he recibido para hacer tortillas de harina que “sepan rico”, “sean caseras realmente” y que estén hechas “con harina blanca”, dado que se pueden encontrar prácticamente en todo Estados Unidos. Es cierto que el proceso para hacerlas lleva tiempo. Sin embargo, el sabor y textura de una tortilla de harina hecha en casa está años luz de las que venden en las tiendas. Si tienes tiempo y te gustan las cosas manuales, aprovecha y prepáralas.
Verás que el truco está no solo en las porciones correctas de los ingredientes, sino en amasarlas y sobre todo en el tiempo de cocción: no las cocines de más o NO sabrán ricas.
Una vez que domines la técnica, les puedes añadir otros ingredientes como chiles frescos o secos, jitomates o nopales. También puedes prepararlas con harina integral de trigo, aunque yo prefiero las originales.
Ingredientes
- 500 g (4 tazas) de harina
- 1 cucharadita de Sal
- 2/3 taza de manteca o manteca vegetal
- 1 taza de agua tibia
Para preparar
- Versión tradicional: En un recipiente, mezcla la harina, la sal y la manteca vegetal con las manos hasta incorporar todo. Agrega lentamente el agua a la masa, hasta que puedas formar una bola. Pon la bola en una superficie plana y amasa de 2 a 4 minutos, hasta que esté tersa como play dough. (Puedes hacer lo mismo en la procesadora, pulsando hasta que la masa esté formada).
- Divide la masa en 18 a 20 bolas. Ponlas en una superficie enharinada, cúbrelas con plástico o una toalla de cocina limpia, y déjalas reposar de 25 a 35 minutos.
- Calienta el comal, sartén de hierro sin engrasar o sartén antiadherente a fuego medio. En la misma superficie enharinada, extiende una bola de masa con el rodillo unas 5 ó 6 veces hasta que obtengas un círculo de 13 a 15 cm de diámetro. Pon la tortilla en el comal o sartén caliente. Vas a oír un leve chisporroteo. Después de 30 a 40 segundos, cuando se hayan puntos cafés en la parte de abajo y la tortilla se haya inflado en algunas partes, voltéala. Cocina de 30 a 40 segundos más, hasta que el otro lado tenga puntos cafés también y la tortilla se infle, como pan pita. No la cocines de más, o se tostarán y se pondrán duras y ya no estarán ricas.
- Ve poniendo las tortillas en un calentador para tortillas o en una toalla de cocina limpia. Si no las vas a servir en la siguiente hora, envuélvelas en una bolsa de plástico y refrigera. Recalienta las tortillas en un comal o sartén.
- Versión moderna (más corta): si tienes una máquina eléctrica para tortillas, como REVEL, en vez de extender las bolaa de masa con el rodillo, ponlas en la máquina y aprieta por 1 ó 2 segundos. Esto las va a extender y a precocer; luego sonará un silbido. Acaba de cocinar las tortillas durante 30 segundos por lado en el comal o sartén, donde también se tienen que inflar.
- Versión más fácil: cómpralas en la tienda.
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