A mi abuelo paterno, Francisco o “Yeye”, le encantaban los chiles, aunque no eran conocidos en Bratislava, donde nació.
Solía decir que lo que más le gustaba de su nuevo país era el clima predecible (sobre todo los inviernos soleados), los mercados y más que nada, los chile.
Le gustaban tanto, que mi abuela de plano los escondía. Ella decía que él no tenía límites y que no se podía medir cuando los comía.
Pero mi abuelo conocía bien a mi abuela, y sabía dónde los escondía. Cuando los encontraba, se los guardaba en los bolsillos. No sólo se guardaba jalapeños o serranos frescos, sino jalapeños encurtidos también. Ya me imagino lo que era lavar esos bolsillos.
En realidad, a mi “Lali” le encantaba darle gusto. Había aprendido a cocinar en Austria y preparaba platillos elegantes y deliciosos. Cuando llegó a México, se enamoró de su cocina y aprendió a combinar las tradiciones de los dos países y se volvió muy buena en eso.
La sopa de bolas de matzo con hongos y jalapeño fue uno de sus platillos clásicos.
Añadirle chile a algo no lo convierte en mexicano. Debes saber cómo, cuánto y lo más importante, cuándo añadirlo, ya que no todos los platillos mexicanos usan chiles.
Lali preparaba una base de hongos de manera tradicional mexicana. Cebolla, ajo y jalapeños (con semillas) picados y acitronados hasta que se doren las orillas. Luego añadía los hongos y los tapaba, para que se cocieran al vapor. Una vez que soltaban el agua, destapaba la olla, dejaba que se secaran y los doraba.
De todas las formas posibles de usar chiles, cocinarlos al vapor con otros ingredientes les daba un sabor muy sutil. Luego vertía el caldo de pollo que hacía en casa.
Sus bolas de Matzo eran esponjosas, redondas y sazonadas con perejil (que ha crecido tan bien en mi jardín).
Le ponía nuez moscada rallada a la masa de Matzo y ya no era necesario añadir pimienta negra.
Los huevos le daban forma a las bolas, junto con un poco de aceite.
Tenía un truco para esponjar las bolas de matzo. Lo comparto por si te gustan así, como a la mayoría de mi familia.
Están a los que les gustan las bolas de matzo duras y los que las prefieren esponjosas. Los chefs discuten todo el tiempo sobre cómo prepararlas ya sea duras o suaves: más o menos huevo, más o menos aceite o hacerlas con harina o mezcla para matzo.
El truco de mi abuela era añadirles agua mineral: una sola cucharada para toda la receta. Siempre separo un poco de la mezcla sin agua mineral, ya que soy la única a la que le gustan las bolas de matzo duras por aquí.
Aunque mi abuelo se lo suplicara, ella sólo le ponía unos cuantos jalapeños a la sopa. Decía que uno tiene que poder saborear todos los sabores de una receta, lo que en principio está bien, pero si mi abuelo estuviera aquí, le haría la sopa con todos los jalapeños que pudiera encontrar en mi jardín, hay tantos…
Sopa de Bolas de Matzo con Hongos y Jalapeño
La Receta Rinde
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Ingredientes
- 1 taza de mezcla para bolas de matzo
- 2 cucharadas de perejil picado
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
- 3/4 de cucharadita de sal o al gusto
- 4 huevos grandes
- 1/3 de taza de aceite vegetal
- 1 cucharada de agua mineral para esponjar las bolas de matzo
- 2 cucharadas de aceite vegetal
- 1/2 taza dede cebolla blanca picada
- 1 diente de ajo picado
- 2 chiles jalapeños picados o al gusto y semillas opcionales
- 250 g de champiñones blancos limpios y rebanados
- 3/4 de cucharadita de sal o al gusto
- 8-10 tazas de caldo de pollo
Para preparar
- En un recipiente grande, combina la mezcla para las bolas de matzo, el perejil, la nuez moscada y 1 cucharadita de sal. En otro recipiente pequeño, bate ligeramente los huevos con 1/3 de taza de aceite vegetal. Añade los huevos batidos a la mezcla de bolas de matzo con una espátula. Añade el agua mineral si quieres las bolas de matzo suaves, y mezcla bien todo. Tapa la mezcla y refrigera durante al menos media hora.
- En una olla grande, pon a hervir 12 tazas de agua con sal. Una vez que suelte el hervor, baja el fuego a medio y mantén un hervor constante. Con las manos mojadas, haz bolas de 2.5 cm de diámetro con la mezcla y ponlas con cuidado en el agua. Tapa y hierve de 25 a 30 minutos.
- En una olla grande, calienta un par de cucharadas de aceite a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo y los chiles y acitrona de 4 a 5 minutos. Añade los champiñones, espolvorea la sal, revuelve y tapa la olla. Hierve los champiñones de 6 a 8 minutos.
- Destapa la olla vierte el caldo de pollo. Una vez que empiece a hervir, agrega las bolas de matzo ya cocidas sin el agua y sirve.
Comentarios
2comentarios enSopa de Bolas de Matzo con Hongos y Jalapeño
Mijael vega
Abr 24
Me encantó la historia de tu abuelo y el amor por los picantes. el descubrimiento de estos en México y la fusión de la comida ashkenasi y la mexicana,es un historia hermosa!!!!!
Pati Jinich
Jun 28
Mil gracias Mijael!