Algunas personas se marean cuando viajan, a otras les da hambre, como a mí.
Desde el momento en el que subo al transporte, comienzo a repasar todos mis recuerdos de comida… y tengo que comer y sé que se me va a antojar cualquier cosa menos la baguette nunca fresca y aguada que venden en el Amtrak, así que después de la rica comida que probé en El Chepe, yo llevo mi propia torta.
La torta (según yo): es un paquete comestible, sustancioso y delicioso que es fácil de transportar, relleno de ingredientes sabrosos que nacieron para estar juntos.
Supongo que le debemos gran parte de la torta a los franceses, ya que el bolillo o telera que se usa para prepararla, es una adaptación mexicana del baguette francés. Fue traído a la Ciudad de México en el s. SXI por la tropa de cocineros del Emperador Maximiliano, y su uso se propagó rápidamente al resto del país. Él fue el gobernante de la única monarquía europea, muy corta, que hubo en México. Aunque fue una desgracia política, a Maximiliano lo ejecutaron, también fue una experiencia culinaria maravillosa.
He probado muchas tortas en mi vida. Donde crecí hay varios establecimientos dedicados a ellas, cada una con su sello particular. Más aún, mi papá es famoso en nuestra familia, obsesionada por la comida, por preparar unas tortas espectaculares. Su favorita lleva sardinas, aguacate mexicano, cebolla blanca y jalapeños en escabeche.
Creo que la mejor torta que he probado (perdón, papi) fue en el Estado de Michoacán, en casa de Diana Kennedy. Aparte de preparar unas tortas excelentes, Diana es una de las autoridades más respetadas en cuanto a comida mexicana. He leído sus libros completos.
Me comí la torta de Diana hace casi diez años, cuando era asistente de producción para un programa culinario de PBS en Texas. Viajé con el equipo de producción a diferentes partes de México, ya que cada episodio se enfocaba en la comida de una región específica, y hubo un show sobre Diana y la comida de Michoacán, su hogar por elección. Ella preparó muchos platillos para el programa, y para cuando llegó la hora de la comida, preparó una torta para cada uno de los miembros del equipo de producción, ya muy hambrientos.
Sabían a pedacitos de paraíso michoacano.
Si el pan es fresco, del día, no se tiene que tostar. Muchos de los ingredientes que usó Diana se compraron esa mañana en el pueblo, incluyendo el queso fresco de rancho y el jamón también de rancho. Tenía frijoles refritos hechos ahí, y jalapeños en escabeche, que creo fueron lo más rico de todo.
Así es como armé mi torta hoy, recordando la de Diana:
Partí los bolillos a la mitad, pero como los compré ayer, los tosté ligeramente. Unté frijoles refritos en una tapa (me sobraron algunos de sopes que hice anoche). En la otra tapa, puse algunas rebanadas de aguacate machacadas con un tenedor. Luego puse una capa de queso fresco y una capa de pavo ahumado (o lo que encontrara en el refrigerador), rebanadas de jitomate, cebolla, crema mexicana y una capa de jalapeños en escabeche preparados en casa.
Antes de tapar la torta con la otra mitad, le puse un poco de sal, un hábito que aprendí de mi papá. Ayuda de alguna manera a que todos los sabores resalten.
NOTA: para el pan, puedes usar bolillo, telera, bollos portugueses o baguettes pequeños. Puedes hacer los frijoles refritos y los jalapeños en casa, aunque hay excelentes marcas disponibles en la tienda.
Ingredientes
- 2 bolillos, teleras, bollos portugueses o baguettes pequeños
- 2 cucharadas de frijoles refritos
- 1/2 aguacate mexicano maduro sin semilla y la pulpa cortada en rebanadas
- 4 rebanadas de queso fresco, de rancho, Oaxaca o Mozzarella
- 4 a 6 rebanadas de jamón de pavo o 1/2 pollo cocido deshebrado
- 1 jitomate rebanado y sin semillas
- 2 a 4 rebanadas delgadas de cebolla blanca
- 2 cucharadas generosas de crema mexicana
- Jalapeños en escabeche hechos en casa o comprados
- Sal al gusto opcional
Para preparar
- Parte los bolillos a la mitad a lo largo. Si no son recién hechos, tuéstalos ligeramente. En una mitad, unta una cucharada de frijoles refritos y en la otra 1/4 de aguacate machacado con un tenedor. Agrega un par de rebanadas de queso, 2 o 3 rebanadas de pavo y un par de rebanadas de jitomate y de cebolla.
- Pon una cucharada de crema mexicana y ponle tantos jalapeños como quieras. Espolvorea un poco de sal si lo deseas. Tapa la torta con la otra mitad de pan y luego corta la torta horizontalmente.
- Cómetela o envuélvela para llevártela de viaje.
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